viernes, 10 de junio de 2011

¡Depresión!

Mundo, mundo cruel –dijo–. Mundo, mundo despiadado. Todo este veneno, la enfermedad, la angustia del tiempo libre y de la familia. Hace demasiado calor, tengo hambre, tengo frío, tengo miedo, tengo que vivir aquí. Estoy condenado a la vida, peor que el resto, pues el resto es ausencia, peor que la ausencia, pues es infierno vivo.

Escribir es doloroso. Coping with pain is painful. I don’t want to die, not at all; don’t get me wrong, I just don’t want to live this way; I don’t know what else am I to do.




Y de verdad no quiero hacer una adenda, una adición a lo que tengo, simplemente quiero vivir lo que tengo, quiero ser, salir, entrar, redescubrir en palabras lo que significa este significado. La mala calidad del significado sobrevolando tus estándares, sobrepasando las expectativas. Era todo tan simple cuando se trataba de la vida, de la expresión, esferas radicales, malas imitaciones. Mi cuerpo está flotando encima de todo esto, encima de la depresión anunciada y temida: ve al doctor, ve al doctor. Ya voy al doctor, tengo más cosas que curar que la verdad y la mentira y el pasado, más profundidad que la apariencia de la calidad. Por debajo hay ríos de drama, escenas que no logras imaginar; en este cuarto solitario y triste y alegre pasan más cosas de las previstas cuando no pasa nada. Sí, está el ritmo, por supuesto, sí, quiero crear impresiones y tender puentes hacia Villon y hacia los grandes y los pequeños, sí quiero a Catulo y la editorial y el museo, pero por sobre todas las cosas quiero esto que no se trata de nada tratándose de todo. Quiero la verdad porque no la conozco, porque no existe, las palabras no la contienen, los gestos no la contienen, no se construye ni se invoca ni se vive. Barrabasadas que pasan de noche porque pasan por mi lengua que no dice sino que busca, que se inventa un país tras otro sin buscarlos, sin saberlos, que suena a lo que puede sonar aunque no hay debajo ni detrás un sostén, no pretende la neutralidad sino que dice lo que sabe, lo que puede decir.

Estoy rodeado de libros, todos son míos, todos fueron escritos por mí, más o menos incompletos. Vuela el dinero en sudorosas parvadas, en alimentos malsanos. Sí lo estoy diciendo todo con mi cámara oculta, con mi banalidad relativa.

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