Un poema de amor en dos lenguas
Cocína indígena del sur de la isla
oficios de pereza,
tórrido mundo pequeño
que se impregna al contacto.
Ya se me había olvidado todo:
el baño que gotea, las comidas copiosas,
los ruidos que trepan con las ansias de esta ciudad.
Quiero decir olvido y abandono
de lo que pasa en pro de lo que queda,
pero este era un poema de amor,
del amor de tus manos por mis ojos
y se volvió banal, rimado, rumoroso.
A la postre no sé lo que seremos,
caricias en el polvo,
muerte muerta,
así que dejaré la pluma y volveré a la cama.
Cocína indígena del sur de la isla
oficios de pereza,
tórrido mundo pequeño
que se impregna al contacto.
Ya se me había olvidado todo:
el baño que gotea, las comidas copiosas,
los ruidos que trepan con las ansias de esta ciudad.
Quiero decir olvido y abandono
de lo que pasa en pro de lo que queda,
pero este era un poema de amor,
del amor de tus manos por mis ojos
y se volvió banal, rimado, rumoroso.
A la postre no sé lo que seremos,
caricias en el polvo,
muerte muerta,
así que dejaré la pluma y volveré a la cama.
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