miércoles, 27 de abril de 2011

Invitación a la presentación de El deshielo




Tengo el gran placer de invitarlos a todos a la presentación de mi nuevo libro, El Deshielo, en la que participarán Michael Schuessler y Luis Zapata.

La cita es el miércoles 4 de mayo a las 19 horas en la Casa Refugio Citlaltépetl, entre Ámsterdam y Campeche, muy cerca del Parque México.

Este es el texto que Michael Schuessler escribió para la contraportada:

Este atractivo libro se inserta en la tradición del ensayo latinoamericano y le añade una nueva perspectiva a dicho género al inscribirse en un territorio dual que aborda la relación –muchas veces conflictiva– entre México y su vecino del norte, la cual queda expresada por medio de una profunda meditación realizada desde diversos ángulos. El deshielo es una suerte de polifonía emitida desde la actualidad, a partir de una mirada sobre dos ciudades emblemáticas: Nueva York y la ciudad de México y sus respectivos habitantes, que nos acerca a dos mundos radicalmente diferentes que ocupan un solo continente. Es igualmente una reflexión personal y colectiva que nos introduce en una galería de espejos que reflejan y son reflejados al mismo tiempo, que no obstante su carácter caleidoscópico, permite aprehender con precisión la realidad presente de este mundo americano que se expresa tanto en inglés como en español.

Los espero a todos para compartir este momento y brindar con ustedes por el nuevo nacimiento.

domingo, 24 de abril de 2011

Iniciativa Salvemos la Alameda



Queridos amigos y vecinos:

Hace unos días visité la Alameda Central de la ciudad de México y es deplorable el estado en el que se encuentra. Han talado montones de árboles muertos, pues la tierra está contaminada, pero no han hecho realmente una labor de reforestación. Parece un tianguis de vendedores ambulantes que se roban la energía eléctrica para vender discos que anuncian a todo volumen, las rejas y el pavimento están destruidos, las fuentes sin agua...

Hay que hacer algo.

Yo estoy investigando su historia y viendo qué opciones hay para crear iniciativas entre particulares. Se aceptan ideas.

No puede ser que un parque que está en el corazón de la ciudad, con miles de vecinos, junto a Bellas Artes, el Museo Nacional de Arte, la sede de Fomento Cultural Banamex, el Teatro Hidalgo, la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Museo de Arte Popular, el Banco de México, etc., etc., etc., esté así de abandonado.




Un amigo que vio mis primeros comentarios piensa que difícilmente alguna institución se va a interesar en la causa, y ni siquiera el Gobierno de la Ciudad. Dice que será más fácil que personas como yo y otros interesados nos organicemos para limpiarlo y empezar a plantar los arboles que falten. También cree que es un sitio más bien peligroso...

¿Ustedes qué opinan?

Yo he estado allí incontables veces, y no me parece que sea tan peligroso. Es obvio que sí se invierte mucho dinero en él, pero recibe demasiados visitantes y así es muy difícil mantenerlo. Si a eso le sumamos que es un territorio en donde no hay realmente observancia de las leyes, ni las de la ciudad ni las del sentido común, entonces tenemos un problema garantizado. Y no es falta de recursos, es mala administración, pues justamente al lado hay otro parquecito mucho más cuidado, con un carrusel bellísimo y los árboles floreciendo. Y lo mismo es en la plaza frente al Palacio de Bellas Artes.

Este parque tiene muchas esculturas antiguas y monumentos, por lo que seguramente está "protegido" por el INBA y el INAH, lo que paradójicamente tal vez dificulte la labor de rescate ciudadano. Recibe diariamente muchísimos visitantes y está rodeado por dos estaciones de metro, una de metrobús y tres de las principales avenidas de la ciudad, así que no es fácil hacerse de la vista gorda. Creo que si se pudo rescatar Chapultepec, se puede rescatar un parque mucho más pequeño como nuestra Alameda.

Creo que debería reconsiderarse su uso como espacio público para poder llevar a cabo una labor de rescate. Si de hecho se usan las áreas verdes, entonces tal vez lo mejor sería dejar algunas áreas verdes abiertas al uso de la gente. Si se hacen conciertos, entonces deberían hacerse conciertos organizados, que sean verdaderamente para todo el público que se agolpa los fines de semana en Madero y otras calles del centro que están a 100 metros de distancia.

En cambio, deberían respetarse de verdad las zonas que estén en proceso de reforestación o recuperación después de estar abiertas al público. Si al lado están Bellas Artes y el Laboratorio de Arte Alameda, entonces podría haber obras públicas de Gabriel Orozco, de Teresa Margolles, de Jan Hendrix...

En cambio, acaban de poner una escultura conmemorativa de Francisco I. Madero...

Estoy comenzando por armar un expediente sobre la historia de la Alameda y su administración actual, y también viendo si hay organismos ciudadanos como asambleas de vecinos interesadas en participar (hasta ahora no he encontrado nada de eso último).

Creo es que es posible armar una iniciativa ciudadana que coordine acciones y que mueva a los vecinos y a las instituciones con recursos, públicas o privadas.

Me parece que si allí hay tantas instituciones, museos y empresas que también son vecinas de la Alameda, podemos lograr que se encaucen los recursos.

Apoyen esta iniciativa marcando que les gusta, pues eso le da peso, pero sobre todo participando con ideas, propuestas, contactos y recursos intelectuales y materiales de todo tipo, desde tiempo hasta fotos.

Esta iniciativa es para sumar, no para pelear, la única pelea que me interesa es la recuperación de la Alameda para todo el mundo.

La página de esta iniciativa es

http://www.facebook.com/pages/Salvemos-la-Alameda-Central/193948223981070

Por favor, súmense.
Nayar Rivera


sábado, 23 de abril de 2011

Nieve, sol, primavera, nada



Chien de printemps de Patrick Modiano


1. Publicado por Gallimard, Patrick Modiano apareció en el panorama literario al final de los años sesenta y conoció, con Michel Tournier, una gran popularidad. Lo que caracteriza su obra, además de su regreso a una escritura “simple”, es su búsqueda es la identidad del hombre moderno, cuyo paradigma es él mismo, y la exploración de la época de la Francia ocupada como un rompecabezas biográfico: el juego del destino previo.

2. Todas las primaveras se parecen. Cuando la primavera pasa por el filtro de la mirada fijada sobre un papel empapado en nitrato de plata, hablamos de una imagen de la primavera estática, que aspira al movimiento. En Chien de printemps ese movimiento es completamente emocional. La primavera tiene dos caras (pasado y presente), la primera de las cuales lleva una leyenda que indica su origen:

Il faut croire que parfois notre mémoire connaît un processus analogue à celui de photos Polaroïd. Pendant près de trente ans, je n’ai guère pensé à Jensen. Nos rencontres avaient eu lieu dans un laps de temps très court. Il a quitté la France au mois de juin 1964, et j’écris ces lignes en avril 1992. Je n’ai jamais eu de nouvelles de lui et j’ignore s’il est mort ou vivant. Son souvenir était resté en hibernation et voilà qu’il ressurgit au début de ce printemps 1992. Est-ce parce que j’ai retrouvé la photo de mon ami et moi, au dos de laquelle un tampon au lettres bleues indique: Photo Jansen. Reproduction interdite. Ou bien pour la simple raison que tous les printemps se ressemblent. (2)

Es decir que el valor ecfrástico de las fotografías no es únicamente el de la imagen registrada en una fotografía sino también el papel mismo, el soporte de la imagen tiene un valor más importante del lado del discurso literario.

Podemos hablar de un distanciamiento múltiple de la realidad, puesto que conocemos las imágenes por un narrador que sólo las habría visto en fotos cuyos títulos son considerados anodinos: « A travers cette neige et ce soleil, transparaissaient un vide, une absence »(3). Incluso cuando el fotógrafo había explicado el origen de la foto, ésta no apelaba a la existencia:

Il avait pris ces photos pour que ce soit au moins fixé sur une pellicule le lieu où avaient habité son camarade et ses proches. Mais la cour, le square et les immeubles déserts sous le soleil rendaient encore plus irrémédiable leur absence (4).

3. Un narrador que es a la vez testigo y protagonista –intradiégético- concentra los ejes de la novela y del tiempo. Gracias a él, no es confusa, pero también es claro que en la memoria del personaje narrador hay un desplazamiento constante de su estado de ánimo al de Jansen. En un sueño, los límites se borran por completo:

Je regardais les photos et brusquement j’étais frappé par la ressemblance de Colette Laurent et de mon amie de cette époque, avec qui j’avais rencontré Jansen et dont j’ignorais ce qu’elle était devenue, elle aussi. Je me persuadais que c’était la même personne que Collette Laurent. La distance des années avait brouillé les perspectives. Elles avaient l’une et l’autre des cheveux châtains et des yeux gris. Et le même prénom (5).

Y después :

La rue Froidevaux me semblait interminable, comme si les distances s’étiraient à l’infini. [...] Une pensée m’accompagnait, d’abord vague et de plus en plus précise : Je m’appelais Francis Jansen » (6).

4. Una primavera de perros es la antítesis de la primavera medieval de la vida, la juventud y el amor, una waste land interior que se disuelve en la evocación de otro tiempo, otra nostalgia, otra voluntad de desaparición; de la reconstrucción de la primavera pasada podemos adivinar la conclusión de la primavera presente:


Il m’avait dit : « Ne vous inquiétez pas, mon petit... Moi aussi il m’est souvent arrivé de tomber dans des trous noirs... » Je ne pouvais présager l’avenir, mais ici une trentaine d’années, quand j’aurais atteint l’âge de Jansen, je ne répondrais plus au téléphone et je disparaîtrais, comme lui, un soir de juin, en compagnie d’un chien fantôme. (7)

Podríamos pensar que la novela oculta un ensayo, una teoría de la memoria emocional cuya confusión aplana los límites de la realidad:

J’étais presque soulagé de cette perte progressive d’identité. [...] J’allais disparaître dans ce jardin, parmi la foule du lundi de Pâques. Je perdais la mémoire et je ne comprenais plus très bien le français car les paroles de mes voisins n’étaient maintenant à mes oreilles que des onomatopées. Les efforts que j’avais fournis depuis trente pour exercer un métier, donner une cohérence à ma vie, tâcher de parler et d’écrire une langue le mieux possible afin d’être bien sûr de ma nationalité, toute cette tension se relâchait brusquement. C’était fini. Je n’étais plus rien. (8)

Frente a la aparente gratuidad inefable de la creación, Mediano trata de hacer una revuelta de palabras, como lo había intentado, sin éxito, Jansen:

Jansen avait assisté pendant quelques mois au séances de spiritisme qu’organisait Mme de Meyendorff. Il s’agissait de faire parler les morts. J’éprouve une méfiance instinctive et beaucoup de scepticisme vis-à-vis de ce genre de manifestations. Mais je comprends que Jansen, dans une période de grand désarroi ait eu recours à cela. On voudrait faire parler les morts, on voudrait surtout qu’ils reviennent pour de vrai et non pas simplement dans nos rêves où ils sont à côté de nous, mais si lointains et si absents (10).

Lo que se despierta otra vez es la voz antigua e inmortal de la melancolía, el terror del humor negro que nos acecha. El mejor ejemplo de la voluntad de expresión que crea en el instante mismo en que niega la posibilidad de comprensión y simpatía es la nota de suicidio que aparece en un film de Almodóvar, Kika: “espero que no me comprendas, porque eso significaría que estás en el misma desesperación que yo”.

Bibliografía

Marsan, Hugo, « Chien de Printemps de Patrick Modiano », 1993
Maulpoix, Jean-Michel et al., XXe siècle. Après 1950, t.2 Paris, Hatier, 1991, 464 p.
Modiano, Patrick, Chien de Printemps, Paris, Seuil, 1993.

Notas
1. Maulpoix, Jean-Michel et al., XXe siècle. Après 1950, t.2 Paris, Hatier, 1991, 464 p., p.321
2. Modiano, Patrick, Chien de Printemps, Paris, Seuil, 1993, p. 17
3. Modiano, op.cit, p. 111
4. Modiano, op.cit, p.110
5. Modiano, op.cit, pp. 90-91
6. Modiano, op.cit, pp. 91-92
7. Modiano, op.cit, pp. 106-107
8. Modiano, op.cit, p. 117
9. Marsan, Hugo, « Chien de Printemps de Patrick Modiano », 1993
10. Modiano, op.cit, p. 77

Imagen en su contexto original

viernes, 22 de abril de 2011

Familias





El tema de esta semana en Territorio Liberado es la familia y debo reconocer que no es un tema que me parezca muy atractivo. La verdad es que mi familia parece más una leyenda que otra cosa.

Siempre que cuento su historia siento como si estuviera contando una serie de mentiras fantásticas que sirven como pretextos para ilustrar o justificar las acciones y costumbres de los miembros. Solo mencionaré que mi padre no es mi padre, mi madre no es quien dice ser, mis hermanos siempre me han visto como si fuera adoptado y recientemente descubrí que tengo una serie de hermanos nuevos de los cuales apenas conozco a una hermana que vive en la ciudad de México.

Lo que es cierto es que mis padres hicieron siempre lo que quisieron, y nunca nos impusieron un modelo de familia inexistente para ellos. Por otra parte, creo que las relaciones problemáticas que se han dado entre todos los miembros del clan familiar están basadas en neurosis añejas que fueron a su vez heredadas de otras anteriores.

Así que por una parte no tengo un modelo al cual aferrarme, pero por el otro, creo que cualquiera que haya sido el modelo de vida con el crece un ser vivo lo determina para bien y para mal.

Al pensar en escribir sobre la familia, lo primero que pensé fue en hacer una brevísima encuesta para saber que piensan de la familia un par de amigos queridos, que son hermanos y muy unidos.

Los resultados fueron interesantes, pues por lo visto cada quien proyecta sobre “La Familia” distintos fantasmas que reflejan más o menos su idea general del mundo.

Uno de los hermanos encuestados dijo que las palabras que de definen a la familia actual son perro, camioneta, departamento, teléfono celular y escuela de los niños, es decir, "familia" le suena a un modelo en el que se ve reflejado y contra el cual se opone, aunque no podría verlo con tanta claridad si no perteneciera a él.

En cambio, su hermana usó las palabras que para ella definen a su propia familia: compañía, soporte, cariño, límites y cómplices. Para mí, las palabras definitorias son: traumas, hábitos, cultura, educación y destino.

Lo curioso es que creo que para los tres estas palabras definen tiempos diferentes: para mí son el pasado a pesar del presente, para mi amigo son el presente abstracto basado en el pasado y para mi amiga, el presente independientemente de ideas preconcebidas.

¿Y para todos los demás? ¿Es posible hablar siquiera de la familia como se hablaba antes, del modelo victoriano de familia nuclear?


Imagen en su contexto original

México, D.F.



En estos días he estado recorriendo la ciudad de México y reflexionando en su infinitas líneas de fuga, en lo que he escrito sobre ella y lo que nunca podré acabar de escribir, lo que leo, lo que huelo, lo que me provoca. ¿Cuántas ciudades comprende en realidad? ¿Cuántos países, cuántas épocas?

Ahora que estoy en la vorágine de dar a conocer al público un libro que es justamente sobre la ciudad de México y Nueva York como ejes y pretextos para describir la historia de Norteamérica y la relación permanentemente tirante entre México y los Estados Unidos, tengo que encarar todos los días mis textos, lo que dicen cuando ya no me pertenecen sólo a mí, y enfrentarme con la imposibilidad de cambiar lo dicho. Sólo queda mirar el presente. Y las posibilidades.

Hoy visité y escribí buena parte de este texto en Plaza Carso, el nuevo edificio de uso mixto de Grupo Carso (por Carlos y Soumaya Slim). Por la ventana moteada de la zona de la zona para fumadores del food court alcanzo a distinguir una nueva fase de una ciudad en construcción permanente. Es una extensión de Polanco que aprovecha tierras cuyo valor superaba ya largamente el uso industrial al que estaban destinadas. La densidad de los edificios es tan nueva como las construcciones. Recuerda a Sao Paulo o a Battery Park City, en Nueva York, más a que a otras zonas de clase media alta de esta ciudad relativamente plana.

Las vías del ferrocarril que bordean y delimitan el terreno al oeste del inmenso complejo y el museo que le sirve como logotipo comercial son ya apenas un recordatorio de otras épocas, de otras industrias anteriores a la hegemonía en las comunicaciones del hombre más rico del mundo.

Este centro comercial y este museo son su abrazo y su beso a la ciudad en la que vive, un beso de mall de aeropuerto, apenas abierto al barrio nuevo que lo imita y aprovecha la bonanza.

En realidad es la ciudad, la de siempre, la que se transforma, aun si hay algunas transformaciones mejores que otras. Y eso es algo que me da esperanza, a pesar de todo.


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Haibun para formato electrónico casual





La calle, Turandot, juegos de manos, rabietas, ruleta rusa, dados, el juego de la oca, el juego del go, el juego de los espías, del bien y del mal y las corrientes alternativas, del adulterio y la renovación neuronal, de las adicciones ruborizadas, de las compras y las filosofías morales, de la culpa como tarjeta de crédito. Yo me llamaba, durante algún tiempo, de otra forma; luego me llamé definitivamente, y el nombre se asentó sobre mí como un manto de peso inaudito que me impide andar como andaba, hablar como hablaba, hacer lo que hacía. Solía tener el pelo largo y me encantaba caminar por la noche como un lugar, descubriendo las cosas por partes: olores, ruidos, temores irracionales o no tanto, los puntos de luz a la distancia. Ahora casi todo es diurno.

Ruidos de perro
el mar que ladra
o demasiados grillos



Solía escribir de noche. Abombado por palabras en otros idiomas (ça se fait, ça se dit rapidement), creía que era libre, dócil y avezado. Estaba todo el tiempo preocupado por la felicidad, una tinta violácea sobre la calle, las fiestas, los amigos, las películas. Por alguna razón la confundía con experiencia, y esta a su vez con escritura, luego con esencia, luego con estar, luego con ser, hasta dejar de sentir por la ilusión de la intensidad.

Me dan miedo las flores
esta noche
no sé su nombre




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Bailes imaginarios

2. Protuberancia es a proyecto lo que ballet es a argumento.

2. Plastilina es una sustancia maleable, sumamente pegajosa, que se emplea para fabricar modelos de ciudades, reparar tuberías e, ingerida, intoxicar a niños pequeños. No. Es una marca, pero también una figura retórica, pues el nombre habla de una característica del material, muy obvia.

1. Balle es en francés la pelota para jugar al jugar. También es una bala, como en “bala perdida”. También es un fardo, (de allí proviene embalaje y me pregunto si también balar, pues también es la conjugación de la primera y la tercera personas de persona del singular del presente del indicativo y del subjuntivo, y la segunda del singular.

1. baller es bailar en francés (aunque se usa más danser) y ballet viene de balleto, en italiano, (bailecillo) y del latino origen común de las dos.

3. Prima ballerina es una palabra italiana que designa a una bailarina rusificada.

Ballet es el reino de la sinestesia, el reino de la diosa Manía, que sueña con escenarios organizados, perfectamente lógicos, y tiene como mascota a una hiena (esto viene de todo de la “Descripción de una máscara” de John Ashbery).


La cursilería con que la gente mira al ballet tiene poco que ver con él. De todas las artes, es la más dura y sacrificada. Pies deformes, sangrantes, el cuerpo forzado hasta la imposibilidad de tener hijos. Las mujeres normales resultan hipopotámicas. Es el efecto libélula, mantis religiosa, depredadoras implacables de cuerpos esbeltos y alas transparentes. Debajo la apariencia del orden perfecto vuelan los pies y las manos para comunicar lo incomunicable.




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sábado, 2 de abril de 2011

Tres ideas mexicanas para óperas contemporáneas




1. Rupaul’s Drag Opera. Esta pieza sería un homenaje a la ópera barroca italiana y a la ópera ballet francesa del mismo periodo. La ópera barroca tiene muchos puntos en común con el arte de las Drag Queens: es un universo de ilusión absoluta, de escenarios fastuosos y gestos grandilocuentes. También es un arte que cuestiona los límites de los géneros y las identidades. Por eso, las protagonistas de esta pieza serían, o bien contratenores vestidos de princesas, o bien, mujeres contralto disfrazadas de hombres disfrazados de mujeres.

La historia sería un cuento maravilloso: un príncipe, cedido por su padre al rey de los mares sin saberlo, debería conquistar a una princesa cisne, hija de dicho rey, robando sus plumas y devolviéndoselas a cambio de su amor. Después tendría que reconocerla entre todas sus hermanas gracias a algún rasgo diminuto, como un lunar en la mejilla, y vencer al rey de los mares por medio de la magia para escapar del reino submarino. Todas estas peripecias requerirían de toda la parafernalia y tramoya imaginable, así como de retos y transformaciones físicas, que por supuesto invitarían a magníficos duelos vocales entre el rey, el príncipe, la princesa y sus hermanas.





2. Tragedias de las cortesanas: una ópera en el más puro estilo del Verismo italiano dedicada al ascenso, la caída, la huida, el aprisionamiento y la restauración de Gloria Trevi, en la cual la prima donna que se hiciera con el papel podría cantar arias gloriosas y patéticas a la vida bohemia, la pérdida, la muerte y la redención de una estrella marcada por un destino borrascoso.


3. Tajín y los siete truenos: drama wagneriano filmado. Tajín es un muchacho rebelde y sádico que llegó a vivir a la pirámide de los Siete Truenos, y que rápidamente se dio cuenta del poder que podía ejercer sobre los campos, las selvas, los ríos y los mares con sólo bailotear sobre las nubes con paso desacompasado. Es el huracán, el lado oscuro de la lluvia bienhechora, y su leyenda totonaca puede ser el libreto ideal para una ópera de estilo wagneriano, un drama musical filmado que constituya una obra de arte absoluta, integral. Habría que comisionarle a Pipilotti Rist el diseño de producción de esta ópera. El problema sería clonar a Wagner y a Gorecki para hacer la música…